La adolescencia es una fase fascinante. Es una etapa repleta de cambios, físicos y emocionales, pero esencialmente es una etapa trascendental de nuestras vidas, con valor y riqueza en sí misma, que brinda infinitas posibilidades para el aprendizaje y el desarrollo de fortalezas. Tanto de los padres como de los hijos.
Como dice Daniel J. Siegel en su libro Tormenta Cerebral:
“La forma en la que gobernemos los años de la adolescencia tiene un impacto directo en cómo viviremos el resto de nuestra vida”.
El counseling o acompañamiento, aporta un montón de beneficios:
- Ofrece una mayor capacidad para comprenderse y relajarse
- La persona aprende a autoobservarse
- Se reducen las posibilidades de enfermar por somatización
- Garantiza una obtención de energía
- Obtiene mayor predisposición para enfocarse en las cosas positivas
- Reduce el estrés y, por lo tanto, mejora el descanso y las horas de sueño
- Se aprende a mirar más allá de lo que es obvio
- Logra mejores relaciones interpersonales
- Facilita el encontrar inspiración y motivación.
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